HOLA 2021

En mi país, Colombia, diciembre es sin lugar a dudas el mes más feliz del año. No sé si es porque somos un país tropical o porque nuestras venas tienen todo ese sabor latino, pero lo cierto del caso es que esta es la época en que la música de Pastor López, el baile, la natilla, los buñuelos, el licor y los asados tienen su reencuentro más anhelado. Incluso, después de atravesar por un año tan complejo como lo ha sido el 2020, los colombianos buscamos sacudirnos todo lo malo de estos 365 días. Es como si durante este mes hiciéramos borrón y cuenta nueva, o simplemente, sufriéramos amnesia durante 31 días.

Sinceramente, espero que este año que termina no te deje heridas querido lector(a). Sin embargo, si ese es el caso, recuerda darle una oportunidad a la cicatrización. ¿Fácil? Nunca lo será, así que aprendamos a sonreírle al proceso. ¿Y cómo se hace eso? Alguna vez escribí en uno de mis blogs que siendo adolescente sufrí un accidente automovilístico, el cual me dejó una profunda herida en mi mano derecha, además de múltiples traumatismos. Mi mano no se curó inmediatamente, de hecho, los primeros meses fueron dolorosos, pero cada día transcurrido era un pequeño avance, de hecho me hacía sentir maravillada con la perfección de mi cuerpo. Hoy en día cuando observo la querida cicatriz que me acompaña en mis alegrías y tristezas, me abrazan los sentimientos de la gratitud, la resiliencia y el amor. Tal vez, no tenga la misma movilidad que otras personas tienen en sus extremidades, pero eso no le impide a mi espíritu moverse plácidamente entre sueños y obstáculos.

Mi llamado con este último escrito del 2020 es a perdonar… ¡sí! Perdona lo que no pudiste lograr en este año, perdona a aquella persona que decidió romper contigo, perdona a aquellos que traicionaron tu confianza, perdona a quien te hizo sentir insignificante, perdona a quien no comprende tu forma de ser. Piénsalo bien, si no lograste lo que querías, probablemente necesitabas crecer mental y emocionalmente para alcanzarlo en el 2021. Si alguien no quiso seguir contigo en una relación, te dio la oportunidad de conocer al indicado(a). Aquellos que te engañaron tendrán que lidiar con el peso de sus consciencias tarde o temprano, así que no caigas en el viejo y malsano hábito de la victimización. En cuanto a los que te humillaron de cierta manera, recuerda que eso solo demuestra el pobre amor propio que guardan en su interior, no te humillan a ti, sino a sí mismos. Sigue siendo tú, camina con tu cabeza en alto y pisa con fuerza, porque tu singularidad no da cabida a la comparación.

Escribe tus compromisos con pasión. Recuerda trabajar paso a paso con disciplina, siempre siendo flexible con la planificación de tus proyectos y metas. Escucha a tus instintos también, al fin y al cabo tú eres tu mejor amigo(a). Finalmente, exígele verdad a tu corazón, no dejes que te mienta con las excusas del miedo y la pereza. ¡No temas! Arriesgarse, es el inicio de todo logro o de toda lección. Así que tienes mucho por alcanzar o mucho por aprender, ve por lo que amas a pesar de esa voz que retumba en tu mente diciéndote, “no soy capaz”.

Cuando el reloj indique que faltan 5 minutos para las 12 de la media noche del 31 de diciembre de 2020, rompe la farsa de que este año solo te trajo desilusión, haz un viaje mental sobre todo lo lindo del año que está por terminar, puede que no sean demasiadas cosas buenas por recordar, pero debe haber algo, te lo aseguro. Atesora eso en tu interior, ahora dibuja esa hermosa sonrisa que sé que tienes y dale la bienvenida al 2021. Alza la copa de vino, la cerveza, o el vaso de agua y seduce a este nuevo año con un esperanzador “hola”.