ABECEDARIO DE EMOCIONES

Por Ángela López

¿Tienes alguna palabra que te parezca bonita, inspiradora o reconfortante? En mi caso, diría “Inefable”.  Me encanta por la calidez de su sonido al ser pronunciada, y, porque su significado no puede ser explicado fácilmente debido a sus características de singular excelencia. Por ejemplo: “la expresión de amor en su rostro era inefable, y todo se debía a su estrecha relación consigo mismo”.  Hace unos días, al estar escribiendo uno de los relatos para mi libro, encontré un término que llamó profundamente mi atención: “Acromatopsia”.  Básicamente, es una patología ocular en la que solo se puede ver en blanco y negro.

Y, aunque es considerada una enfermedad rara, no pude evitar pensar que, cuando se trata de la visión emocional, es bastante normal padecerla. En un mundo fragmentado por divisiones, solemos ignorar al hermoso caleidoscopio que es nuestro corazón.

Desesperadamente, buscamos cualquier motivo para crear fronteras y clasificaciones entre nosotros.  Esto, a su vez, desencadena en innumerables tipos de discriminación de acuerdo al color de la piel, número de seguidores en redes sociales, títulos colgados en la pared, poder adquisitivo, país de origen, etc.  No obstante,  independientemente de si soy colombiana o no, sigo unida a ti querido lector(a) por una raza que no distingue de ninguna clase de segmentación, a saber, la humana. 

Creo profundamente que, decir que alguien es superior a otra persona, no solo es cruel, sino que denota un total analfabetismo emocional.  Definitivamente, analfabeta no es solo aquella persona que desconoce cómo leer, escribir o usar las herramientas tecnológicas, también lo es el que desconoce el valor de sus hermanos y hermanas, pues al fin y al cabo todos procedemos de la misma madre: La Tierra.  Pensemos, si el alfabeto estuviera formado solamente por la “T” o  la “M”, ¿podríamos estructurar el lenguaje? ¿Qué pasaría con la comunicación? Cada letra es diferente, no superior a la otra…todas son indispensables para construir una lengua. De igual manera, si todos fuéramos iguales, perderíamos la oportunidad de conocer el intrínseco mundo que cada uno de nosotros es. Además, ¡qué aburrida y monótona sería la vida!

Curiosamente, a pesar de que tenemos la capacidad de hablar varios idiomas, de enviar sondas espaciales a explorar otros planetas, o de crear obras arquitectónicas de incalculable valor artístico; aún no dominamos el idioma del amor, aún subestimamos nuestras capacidades, y, lamentablemente, aún no descubrimos que todos y cada uno de nosotros es una única e irrepetible obra de arte. El gran poeta Virgilio decía que, “la inteligencia mueve a la materia”; entonces, es momento de nutrir nuestro coeficiente del amor (CA), tal como aconseja el magnate Jack Ma.

Infortunadamente, nuestra dieta para cultivar el arte de amar, no es muy nutritiva que digamos. Por años, nos hemos alimentado de emociones chatarra tales como la indiferencia, la culpabilidad, el egocentrismo y la apatía. Poco a poco hemos saturado nuestros conductos emocionales con el más mortífero de los venenos: el odio. Como resultado, empezamos a padecer de deshumanización crónica.  Por eso, antes de que nuestro natural ritmo para amar se detenga, debemos rehabilitarlo con enormes “sopas de amor” -como diría mi abuelita-.  

Etimológicamente la palabra corazón, proviene del latín cor. Posteriormente, buscando un aumentativo se utilizó la palabra “corazón”.  Sin embargo, con el tiempo este vocablo se adoptó definitivamente para identificar a este órgano muscular (ya sin tener nada que ver con su tamaño).  Actualmente, cuando queremos usar algún aumentativo para corazón solemos decir “corazonazo” o “tener un gran corazón”. Eso sí, siempre nos referimos a la capacidad de amar de su poseedor, y no a su tamaño. Así que, no tengamos miedo de abrazar nuestras diferencias, porque de esta manera aprenderemos que todos, desde la “A” hasta la “Z” formamos parte del mismo abecedario.

https://www.angelalopez.co/

¡Diferentes rostros, un solo corazón!

4 comentarios sobre “ABECEDARIO DE EMOCIONES

  1. Excelentes palabras. Expresas que tu palabra inspiradora es «Inefable», pues básicamente con lo que has expuesto en tu escrito, con el que estoy de acuerdo a la enésima potencia, para la palabra inspiradora es «Humano». Vivimos en una esfera biológica llama Tierra y en ella viven unos virus llamados seres humanos, que como ya explicaste carecen de CE y en específico aceptar que nuestra constitución biológica es exactamente igual. Somos alegadamente humanos, pero la realidad es que hasta los animales son más capacitados para aceptarse entre sí por su condición de supervivencia. No me malinterpretes mi negativismo porque mi anhelo es que todos nos veamos como lo que somos, «Humanos”, pero es como enfrentarse a una ola de 100 pies de altura tú sólo. Al fin la palabra Amor ya no tiene el respeto del Ser Humano que ella amerita. Muy triste por demás. Me encanta tu escritura y me quedo pegao, como decimos en Puerto Rico, leyendo tus símbolos.

    Tu amigo José.

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    1. Hola José,

      Me gusta tu palabra inspiradora, «Humano». Es cierto que la carencia de la especie humana para mostrar su «Humanidad» es inmensa. Por eso, insisto tanto en que hay que «Alfabetizarnos emocionalmente». Debemos evitar que nuestra capacidad de amar siga hundiéndose en el pantano del odio. Es preciso abandonar hábitos, creencias y prejuicios que solo socavan nuestro corazón, y, si es necesario, tendremos que aprender a «surfear» esas olas de 100 pies de altura. Quizá, el tamaño de lo que tenemos que enfrentar se vea reducido por la voluntad de unos pocos.

      ¡Gracias por alentarme con tus palabras! Un abrazo.

      Tu amiga Ángela.

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  2. Entiendo claramente lo que me dices, y mis terapistas me dicen lo mismo a lo que los confronto con que la lógica es irrevocable. La tendencias de la ciencia y las matemáticas avanzadas lo advierten. Pero tienes razón alcanzar esa meta, objetivo, misión como el ejército en el que serví es lo más primordial para la transformación de nuestra forma de pensar. Cada ser humano es una obra de arte que cumple con un propósito en este planeta. Un abrazo.

    Tu amigo José Luis.

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