“¿Buscas respuestas?, entonces no temas preguntar”, es lo que me he dicho a mí misma durante años. Y también fue el mensaje que les transmití a mis queridos estudiantes; ya que muchos de ellos se avergonzaban de preguntar, bien sea por considerar sus preguntas como tontas o bien sea por creer que carecían de habilidades de aprendizaje. Sin embargo, cuando éramos niños no nos ocurría esto, ya que una y otra vez preguntábamos lo mismo: “¿Por qué?”. Así que, nuestros mentores, padres y profesores se esforzaban por responder apropiada y pacientemente a esa interrogante. La curiosidad siempre ha formado parte de nuestro ADN, de hecho, es gracias a la búsqueda de respuestas que el ser humano ha sido capaz de darle vida a grandes inventos, además de, transformar lo imposible en posible a través de la Ciencia y la Tecnología.
Pese a ello, a veces ingenuamente damos como irrefutables ciertas afirmaciones sin haber primero verificado su origen, autenticidad e implicaciones. Por ejemplo, cuando te sientes desesperanzado, ¿Te has preguntado con cuánta frecuencia tienes ese sentimiento? ¿Te has cuestionado qué tan reales son los motivos que te hacen sentir así? ¿Te has preguntado cómo salir a flote o, por el contrario, prefieres dejarte llevar por la corriente de la tristeza hasta tocar la profundidad del dolor? “Creer que tus sentimientos de abatimiento, fracaso y desamor te acompañarán por el resto de tu vida”, es una de las principales creencias que debes poner en tela de juicio. ¿Qué te hace creer que no tienes una sola razón para seguir intentándolo? ¿Es miedo a sentirte herido nuevamente? ¿Piensas que no eres lo suficientemente inteligente en comparación con los demás? ¿O acaso piensas que el destino ya escribió para ti una vida llena de sufrimiento? ¡Atrévete a interrumpir tus estados de ánimo! Ve hacia lo que más temes enfrentar: el origen de tus creencias. Si piensas que estás ganándole la pelea al miedo al esquivar sus golpes… ¡alucinas!…tan solo estás resignando tu espíritu a la lona sin comenzar el primer asalto. No te autoengañes, ni busques el camino fácil, pues para navegar por los océanos de la sabiduría, primero deberás enfrentar al rio Aqueronte. Además, no olvides: “el secreto de la Katana consiste en su capacidad de abrazar los intensos procesos de forjado y templado”.
Por eso, si quieres ser fuerte emocionalmente, primero debes entrenar tu mente, para ello, uno de los mejores ejercicios consiste en enfrentar tus creencias incorrectas respecto a ti mismo, tus experiencias y el mundo. Por ejemplo, si pasas mucho tiempo dando vueltas en la cama atormentándote sobre tus equivocaciones, limitaciones y defectos; siéntate, respira profundamente por unos minutos, y dirige tus pensamientos a uno solo: aquello que hiciste con un corazón colmado de valentía. Recuerda esa ocasión en que te decidiste a hablarle a la niña más bonita de la clase (a pesar del miedo a ser rechazado), ese día en que te arriésgate a invertir todo tu dinero en tu propia compañía (a pesar del miedo a fracasar), esa noche en la que le confesaste a tus padres que aunque eras chico, también te gustaban los chicos (a pesar del miedo a ser juzgado). Ahora, acuéstate de nuevo, sigue respirando profundamente y con tu mente enfocada en ese pensamiento, empieza a sentir cómo se aligera tu carga emocional.
Probablemente imaginas que vives al borde del abismo, pero créeme, no eres el único. Millones de personas luchamos al igual que tú. En estos momentos en los que combatimos una pandemia, el declive ambiental, social y financiero…lo peor que puedes hacer es rendirte. Se necesita de ti, valientes que no teman leer los capítulos más tristes del libro llamado vida. Si tienes la completa certeza de que no hay razones para enfrentar la adversidad, te animo a que desafíes tu absolutismo a través de las preguntas. Cuestiona tus paradigmas, tal vez… haya algún número equivocado en tu fórmula para rendirte, tal vez… un pensamiento incorrecto se coló sin invitación en tu cabeza haciéndote caer en la irracionalidad, solo tal vez… ¿Podrías darle una oportunidad a la duda?
Ángela López, Autora.
Excelente!!
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Felicidades. Muy interesante.
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¡Gracias Ernesto! Un fuerte abrazo desde Colombia.
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Me gustó mucho!!🌹
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Muchas gracias!!! Un abrazo.
Ángela.
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Un muy buen punto de vista desde lo filosófico hasta lo psicológico. Excelente exposición.
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Te lo agradezco mucho. Un saludo desde Colombia.
Ángela.
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Un gusto leer tus reflexiones, saludos!
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¡Muchas gracias Franco!
Un abrazo.
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Muy bien muñeca!
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