Puerta: CARTA A TI MISMO

En mis innumerables pláticas con la soledad, en una ocasión hice la siguiente pregunta: “Espejito, espejito… ¿Cuál es el propósito de la persona que se refleja en ti? El espejo me respondió guiñándome el ojo: “Revisa tus pautas de pensamientos y reglas para ser feliz. Luego, observa si tus hábitos trabajan en equipo con tus valores para que puedas desarrollar un comprometido sentido de pertenencia hacia ti misma y la sociedad.  Finalmente, recuerda que ‘Fuiste creado para ser tú’ … ¡tu molde es único! Por eso no es sano, pretender encajar tu original existencia en la de alguien más, porque al fin y al cabo, eres un milagro rodeado por millones de milagros.” ¡Eureka! Ahora sabía cuál era el proceso para cambiar mi anticuado sistema de creencias por una versión actualizada.  Ahora bien, ¿qué hay de ti?, ¿qué te dice el silencio?

Cuando el bullicio enmudece, no tienes que ser salvado; al contrario, déjalo fluir porque es justo ahí, en “la apacibilidad mental” donde vences tu miedo a conocerte. Con frecuencia, buscamos compañía a como de lugar con el propósito de evitar sentirnos solos, y algunas veces, como consecuencia, nos vemos involucrados en relaciones tormentosas, en amistadas dañinas, o simplemente desarrollamos hábitos de comportamiento poco sanos.  Pero, ¿qué tal si le das la oportunidad al ‘monstruo’ de defenderse para decirte que no es tan horrible como lo pintan?  Si en una noche oscura la soledad te invita a bailar, ¡tú dile que sí!…podrías descubrir que al igual que la “bestia” del cuento de hadas… “esas supuestas garras”, son en realidad amorosas lecciones sobre cómo las estrellas están hechas de diferentes formas, colores, y tamaños. Aprenderás junto a ella que el autoconocimiento enfocado es poder; poder para transformar y avanzar.

Por lo tanto, si te gusta apreciar el brillo de las estrellas, empieza contigo mismo. Detente un momento; cierra tus ojos; respira profunda y lentamente; siente la alegría, amor, paz, libertad, expansión y gratitud que has experimentado en aquellos momentos especiales cuando has estado a solas con tu ser interior.  A continuación, toma papel y lápiz y escribe unas cortas líneas.  Así:

Querida Soledad,   “Gracias por estar a mi lado incondicionalmente en los momentos más difíciles, por enseñarme que soy responsable de cómo pienso, siento y actúo. Ahora comprendo cómo desatar la grandeza de mi nombre.”   Con amor, __________________

Algunos viajes se hacen en compañía de personas maravillosas, otros en cambio, se hacen únicamente acompañados por “la sombra.”  Lo cierto es que con o sin alguien, nuestra felicidad no está supeditada a la persona que tenemos al lado.  Tu sonrisa de oreja a oreja debe ser dibujada por tu propio pincel y no por el de alguien más.   En vez de sumergirte en la frustración por no tener a quien tomarle la mano, toma la iniciativa de conocer más acerca de ti dándole un fuerte apretón de manos a la melodiosa calma.  De esta manera, vas eliminando las inútiles excusas y vas agregando sólidas razones para que en cada paso que des, dejes la huella de un corazón valiente que no teme abrazar el auto descubrimiento encerrado en su propio silencio.

ÁNGELA LÓPEZ, Autora.

Versión en Inglés